Contexto

En la Tierra ya somos superhéroes con habilidades asombrosas. ¿Superar la gravedad de un planeta de 5.973.600.000.000.000.000 de kilos? No hay problema. ¿Sincronizar nuestro metabolismo con las idas y venidas de una estrella de secuencia principal de tipo G (también conocida como el Sol)? No hay problema. ¿Respirar los gases residuales de las algas y las plantas? ¡Lo estás haciendo ahora mismo!

¿Pero qué ocurre cuando dejamos nuestro planeta natal para ir a nuevos destinos en el sistema solar? ¿Nos volvemos aún más poderosos? En cierto modo, sí; el astronauta del Apolo 14, Alan Shepard, golpeó una pelota de golf a 3,5 kilómetros de la superficie lunar. Pero en otros aspectos, no; décadas de investigación han demostrado que la masa ósea y muscular disminuye en el espacio y que el entorno de radiación espacial presenta riesgos para la salud humana a largo plazo.

Hay muchos riesgos asociados a la exploración espacial humana a larga distancia y a la habitabilidad humana fuera de la Tierra. Entre ellos se encuentran la microgravedad durante el vuelo, la hipergravedad durante el lanzamiento y el aterrizaje, la alteración del sueño y de los ritmos circadianos, los suministros limitados, el acceso restringido a la atención médica, la exposición a los microbios que se encuentran en las naves espaciales y muchos más.

Por suerte, se ha recopilado una gran cantidad de datos sobre cómo responden otros organismos a los entornos de los vuelos espaciales. Plantas, microbios, moscas y gusanos han volado en el espacio para proporcionar datos que nos permiten entender cómo se adaptan a este entorno único.

Además, se han utilizado muchos organismos modelo para comprender el impacto de los vuelos espaciales en la biología y sus ramificaciones en la exploración del sistema solar. Los roedores se utilizan para modelar la fisiología de los mamíferos. Las moscas de la fruta y los nematodos son buenos modelos de los procesos que ocurren en los organismos complejos. Los modelos de plantas se estudian con vistas a los futuros sistemas de producción de cultivos en el espacio. Además, se estudian los microbios, no sólo por los posibles daños que ocasionan, sino también por su potencial como chasis de biofabricación.

Objetivo

Su reto consiste en diseñar una plataforma (digital o analógica) que permita a los usuarios explorar las tensiones ambientales de los viajes espaciales, comprender cómo diversos organismos hacen frente a estas tensiones y, a continuación, construir un "superhéroe de la biología espacial" combinando características de estos organismos. El objetivo principal es informar a los usuarios sobre los retos de los vuelos espaciales y sobre cómo los científicos realizan experimentos biológicos en el espacio, y entusiasmar a los usuarios sobre la exploración espacial y la investigación biológica que permitirá las futuras misiones.

Consideraciones potenciales

A la hora de desarrollar tu solución, puedes (pero no estás obligado a) tener en cuenta lo siguiente: